12:13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
David ha sido uno de los personajes bíblicos más renombrados, tanto por sus valerosas hazañas como de sus grandes errores.
Recordemos por cierto que David a pesar de ser el Rey Ungido de Israel por el profeta Samuel, y pesar de haber derrotado al Gigante Goliath, a pesar de sus múltiples victorias en el campo de batalla, recordemos una cosa: David seguía siendo hombre, por lo tanto tenía deseos dentro de sí.
Y es que una de las mayores debilidades de los seres humanos es lo que vemos con nuestros ojos. David pecó por lo que vió con sus ojos: una mujer desnuda bañándose en su casa desde su balcón.
David se acostó con esta mujer (siendo esta casada) y David la embaraza. Para disimular su pecado manda a que pongan a Urias (el esposo de la mujer) en el frente de la batalla para que el ejércto enemigo lo mate, y así sucede.
Pasa un año, el bebe nace, pero Dios no estça contento con Davd, en castigo Dios mata el niño y David arrepentido tras la amonestación del profeta Natán reconoce su pecado y Dios lleno de justicia y misericordia lo perdona.
Así somos nosotros. Somos seres humanos pecadores que merecemos el castigo eterno, porque pecamos de todas formas: con los ojos, con la mente, con la boca, con las manos...
Siendo merecedores de la condenación en el Infierno, Cristo pagó por nosotros toda Su sangre para que hoy seamos perdonados de CUALQUIER pecado. Dios es tan misericordioso que perdona asesinos, pornstars, prostitutas, violadores, fornicarios, adúlteros, ladrones, truhánes, drogadictos, alcohólcos, etc. siempre y cuando reconozcan que han pecado y que son dignos de muerte, pero que la misericorda de Dios es mayor que todo el pecado del mundo.
Si no te puedes perdonar por alguna falta que cometiste, ¡perdonate ya! Si Cristo ya te perdonó, no hay porqué seguir lamentándose por el pasado. Dios te ama y si vienes arrepentido, EL te perdona no importa cuaL sea tu condición. Acercate a El hoy mismo y reconoce que necesitas de su amor y de su perdón.
David ha sido uno de los personajes bíblicos más renombrados, tanto por sus valerosas hazañas como de sus grandes errores.
Recordemos por cierto que David a pesar de ser el Rey Ungido de Israel por el profeta Samuel, y pesar de haber derrotado al Gigante Goliath, a pesar de sus múltiples victorias en el campo de batalla, recordemos una cosa: David seguía siendo hombre, por lo tanto tenía deseos dentro de sí.
Y es que una de las mayores debilidades de los seres humanos es lo que vemos con nuestros ojos. David pecó por lo que vió con sus ojos: una mujer desnuda bañándose en su casa desde su balcón.
David se acostó con esta mujer (siendo esta casada) y David la embaraza. Para disimular su pecado manda a que pongan a Urias (el esposo de la mujer) en el frente de la batalla para que el ejércto enemigo lo mate, y así sucede.
Pasa un año, el bebe nace, pero Dios no estça contento con Davd, en castigo Dios mata el niño y David arrepentido tras la amonestación del profeta Natán reconoce su pecado y Dios lleno de justicia y misericordia lo perdona.
Así somos nosotros. Somos seres humanos pecadores que merecemos el castigo eterno, porque pecamos de todas formas: con los ojos, con la mente, con la boca, con las manos...
Siendo merecedores de la condenación en el Infierno, Cristo pagó por nosotros toda Su sangre para que hoy seamos perdonados de CUALQUIER pecado. Dios es tan misericordioso que perdona asesinos, pornstars, prostitutas, violadores, fornicarios, adúlteros, ladrones, truhánes, drogadictos, alcohólcos, etc. siempre y cuando reconozcan que han pecado y que son dignos de muerte, pero que la misericorda de Dios es mayor que todo el pecado del mundo.
Si no te puedes perdonar por alguna falta que cometiste, ¡perdonate ya! Si Cristo ya te perdonó, no hay porqué seguir lamentándose por el pasado. Dios te ama y si vienes arrepentido, EL te perdona no importa cuaL sea tu condición. Acercate a El hoy mismo y reconoce que necesitas de su amor y de su perdón.
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