Mateo 
5:11-12 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Dios les bendiga. En esta entrega quisiera que todos, sin importar la edad que tengamos meditáramos en este sencillo tema: la calumnia.
Calumnia no es más que aquella palabra que se levanta en contra de cada uno de nosotros, con el propósito de denigrar, ultrajar y dañar a los demás.
Más de alguno de nosotros ha sido víctima de rumores y falsas acusaciones. Muchas personas hoy están en las cárceles por calumnias y chismes de otros que, sin una investigación correcta, fueron dadas por ciertas e inocentes pagan penas que no deben.
Hay una historia que narra así:
Había un joven que estaba enamorado de una muchacha muy hermosa. El había intentado todo, pero nunca consiguió el afecto de esta joven. En su frustración, este varón dijo en todo el pueblo donde vivía que la joven se había acostado con otro, cosa que no era cierta.
La joven defendió su posición, pero la gente dio más credibilidad a la palabra del joven que a la de ella. Al tiempo, la tristeza y la soledad terminaron por matar a la joven y murió siendo aún virgen.
El joven al darse cuenta de los efectos nocivos de sus palabras, fue a llorar a la tumba de la muchacha. Un viejo que pasaba por ahí lo observó y le preguntó el porqué de su dolor. El joven se descargó y confesó su maldad a este hombre desconocido.
El viejo se fue a su casa y al rato regresó con un jarrón con agua. -Derrama el agua sobre la tumba.- le dijo el campesino al joven. Este obedeció. -Ahora recoge el agua derramada- le ordenó el campesino. -¡Es imposible!- le reclamó el joven.
-Así como es imposible recoger el agua derramada, así de imposible es limpiar la reputación de alguien que ha sido calumniado.
Creo que la historia queda clara: el joven vivió el resto de su vida amargado por haber calumniado a una joven, quien murió con su dignidad y virginidad intachables.
No es de esperar que a los cristianos, sea cual sea nuestra edad, en algún momento nos critiquen, los señales y se burlen de nosotros. Don Quijote de la Mancha tenía la siguiente frase: -"Sancho, si los perros ladras es señal que vamos caminando".
Así nosotros, no nos debemos de sentir mal o menospreciarnos por los comentarios de otros; antes bien, debemos de agradecerle a Dios de que esto ocurra, pues grandes bendiciones vendrán a nuestras vidas, siempre y cuando estas acusaciones sean infundadas y mentirosas.
Es cierto que a nadie le agrada que lo menosprecien o se burlen de el, pero Cristo es el mayor ejemplo de esto, que El siendo justo sufrió entre los dolores y la cruz, la humillación y la burla de todo el pueblo en Su contra, más El no respondió palabra.
Muchos nos tildan de legalistas, puritanos, hipócritas, aleluyas... etc. Perdóname si esto te ofende, pero estos apodos son una bendición para un verdadero creyente, pues si Cristo padeció, ¿cuánto más nosotros?
Espero que después de esto no me odies, sino que me comprendas. La bendición tras la calumnia es grande, si no veamos que dice acerca del Señor Jesús:
5:11-12 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.Dios les bendiga. En esta entrega quisiera que todos, sin importar la edad que tengamos meditáramos en este sencillo tema: la calumnia.
Calumnia no es más que aquella palabra que se levanta en contra de cada uno de nosotros, con el propósito de denigrar, ultrajar y dañar a los demás.
Más de alguno de nosotros ha sido víctima de rumores y falsas acusaciones. Muchas personas hoy están en las cárceles por calumnias y chismes de otros que, sin una investigación correcta, fueron dadas por ciertas e inocentes pagan penas que no deben.
Hay una historia que narra así:
Había un joven que estaba enamorado de una muchacha muy hermosa. El había intentado todo, pero nunca consiguió el afecto de esta joven. En su frustración, este varón dijo en todo el pueblo donde vivía que la joven se había acostado con otro, cosa que no era cierta.
La joven defendió su posición, pero la gente dio más credibilidad a la palabra del joven que a la de ella. Al tiempo, la tristeza y la soledad terminaron por matar a la joven y murió siendo aún virgen.
El joven al darse cuenta de los efectos nocivos de sus palabras, fue a llorar a la tumba de la muchacha. Un viejo que pasaba por ahí lo observó y le preguntó el porqué de su dolor. El joven se descargó y confesó su maldad a este hombre desconocido.
El viejo se fue a su casa y al rato regresó con un jarrón con agua. -Derrama el agua sobre la tumba.- le dijo el campesino al joven. Este obedeció. -Ahora recoge el agua derramada- le ordenó el campesino. -¡Es imposible!- le reclamó el joven.
-Así como es imposible recoger el agua derramada, así de imposible es limpiar la reputación de alguien que ha sido calumniado.
Creo que la historia queda clara: el joven vivió el resto de su vida amargado por haber calumniado a una joven, quien murió con su dignidad y virginidad intachables.
No es de esperar que a los cristianos, sea cual sea nuestra edad, en algún momento nos critiquen, los señales y se burlen de nosotros. Don Quijote de la Mancha tenía la siguiente frase: -"Sancho, si los perros ladras es señal que vamos caminando".
Así nosotros, no nos debemos de sentir mal o menospreciarnos por los comentarios de otros; antes bien, debemos de agradecerle a Dios de que esto ocurra, pues grandes bendiciones vendrán a nuestras vidas, siempre y cuando estas acusaciones sean infundadas y mentirosas.
Es cierto que a nadie le agrada que lo menosprecien o se burlen de el, pero Cristo es el mayor ejemplo de esto, que El siendo justo sufrió entre los dolores y la cruz, la humillación y la burla de todo el pueblo en Su contra, más El no respondió palabra.
Muchos nos tildan de legalistas, puritanos, hipócritas, aleluyas... etc. Perdóname si esto te ofende, pero estos apodos son una bendición para un verdadero creyente, pues si Cristo padeció, ¿cuánto más nosotros?
Espero que después de esto no me odies, sino que me comprendas. La bendición tras la calumnia es grande, si no veamos que dice acerca del Señor Jesús:
Isaías 53:3-7 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
¡Que no te desanimen los comentarios negativos; pon la vista en CRISTO y todo irá mejor!
Sin embargo, ahora los que hemos creído en El como Salvador y Señor, tenemos la salvación de nuestras almas, pues aunque El padeció injustamente, EL venció al pecado, a la muerte y al infierno, y nos ha dado una nueva vida.
¡Que no te desanimen los comentarios negativos; pon la vista en CRISTO y todo irá mejor!
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