No solo una vez al año se debe celebrar a Cristo

Esta semana es una semana de fervor religioso. Miles de personas recuerdan el dolor, la pasión, la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. En las calles se pueden ver congregaciones enormes de miles de personas en los actos religiosos que se celebran una vez al año. Estamos hablando de la Semana Santa.

Lastimosamente desde inicios de la historia podemos notar que los seres humanos somos seres religiosos, tenemos que tener algo o alguien del quien depender y al cual adorar.

¿Cuál es el problema de esta semana? En sí es que solo en esta semana MILLONES de personas se acuerdan que existe un Dios Todopoderoso que vino a este mundo para redimirnos del pecado, e inclusive existe otro inmenso grupo de personas que eso les tiene sin cuidado, en pocas palabras, no les importa el sacrificio de Cristo.

Los cristianos alrededor del mundo debemos de saber que Cristo no solamente es una semana del año en la que lo celebramos, y no es necesario una fecha específica para adorarlo. La adoración a Dios debe ser una VIDA DIARIA, no una tradición.

La adoración a Dios debe ser continua, sincera, voluntaria, debe ser algo que nazca de un corazón arrepentido que desea abandonar el pecado y volver a los brazos de Su Dios.

Muchos esperamos esta semana por las vacaciones, por descansar de los afanes del duro trabajo, para pasar un momento con nuestras familias y amigos sin interrupciones laborales. Y muchas personas, aunque participan de los actos religiosos de la época, solamente es terminando la Semana Mayor y vuelven a lo mismo.

Eso no debe ser así. Jesús busca adoradores que le adoren en Espíritu y en verdad. Desea ver gente que viva en una adoración a El, sin descuidar la familia, el trabajo y otras cosas. No es pasar metido 24 horas en la Iglesia. La adoración a Dios debe ser aún fuera de los límites del Templo.

Pero bueno, espero que este año recuerdes TODOS los días que Jesús murió por tí, que te ama con amor eterno, que te sigue buscando y quiere perdonarte. Quiere hacer de ti una obra maestra, tu eres la arcilla que Dios desea moldear, para hacer de ti un hombre o una mujer que adore a Dios con su vida hasta el día que vuelva.