Un milagro acontece: Jesús sana a un sordomudo de una forma bastante peculiar (vrs.33), al momento de realizar el milagro, el Señor menciona la palabra Ephata, que quiere decir “sea abierto”.El cristiano de hoy va por la vida en la misma condición del sordomudo. Vamos necesitados de que alguien nos guíe por el camino porque no entendemos las cosas que nos son habladas pues están sellados nuestros oídos y no podemos responder a la Palabra que nos es dada pues nuestra boca está cerrada.
Como el sordomudo, podemos ver el camino que es Cristo, pero no le oímos su voz pues nuestro orgullo no nos permite escucharlo; no oímos su guianza y sus palabras de aliento y vamos mal por la vida. Hay tantas cosas que están atrapadas dentro de nosotros: hay enfermedades consecuencia de nuestros pecados, hay aflicciones causadas por las malas decisiones que tomamos y cosas como están nos impiden seguir al Maestro con toda seguridad.
Jesús es el único que nos puede decir Ephata y liberarnos como al sordomudo. ¿Qué cosa es imposible para El? No hay nada que para El sea difícil, pues por El son todas las cosas. Pero podríamos decir ¿a qué o a cuáles cosas de mí El podría decir Ephata? Ephata a nuestro corazón cauterizado por el pecado, a nuestro cuerpo para mandarlo a venir al culto, a nuestra boca para predicarle este Evangelio a otras criaturas, a nuestros oídos para escuchar su voz cada momento, a nuestros ojos para ver lo que tiene preparado para nosotros, incluso a nuestras carteras y billeteras para soltar los dólares e invertir en la obra del Señor.
En estos tiempos tenemos que tener una mente abierta para así asimilar la Grandeza de nuestro Dios y que comprendamos que El nos ama y lo que único que demanda es obediencia a su Palabra.
No podemos servir en la Iglesia si estamos atados espiritualmente; dejemos que el Señor diga Ephata a las cadenas de maldad que nos aprisionan, a los candados de inmoralidad que tenemos en el alma, a las prisiones de concupiscencia que nos tienen sumergidos en al cárcel del pecado.
Ephata que significa sea abierto, es lo que Jesús ha hecho o por menos es lo que deberíamos de tener es que somos libres; talvez no somos sordos, ciegos o mudos en la carne, pero nuestro espíritu tiene que estar renovado como efecto de que el Señor en la cruz del Calvario abrió nuestras cárceles de pecado y nos ha traído a ser Hijos suyos por medio del Nuevo Pacto que es en creer que con su sangre ha dicho Ephata.
Como Nuestro Señor dijo en la cruz: “Consumado es”, en lo personal se me estremece mi alma dentro de mí al ver esa prueba de amor y me decepciono cuando de repente desconfío de El. Pero como nadie es perfecto, roguémosle al Señor cada día que nos renueve y que con su Espíritu Santo nos diga Ephata.
¿Problemas, angustias, depresiones, molestias, ansiedad? ¿Quiere dejar de hacer lo que hoy hace y servir en limpieza y santidad a Nuestro Dios? Deje solamente que con su sangre lo llene y con su salvación le diga al oído: Ephata, o sea, se abierto.
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