Todo el pueblo cristiano ha sido llamado a una nueva vida, a ver un cambio radical del estilo de vida del mundo del cual venimos al estilo de vida cristiano.
El cristiano ha sido llamado a ver victoria y bendición en su vida a pesar de las constantes pruebas y problemas que la vida presenta. Hay que mencionar y recalcar en lo más profundo del corazón y la mente que el cristianismo o evangelio no es una religión, sino un estilo de vida diferente al del mundo.
El cristiano ha sido llamado a ver victoria y bendición en su vida a pesar de las constantes pruebas y problemas que la vida presenta. Hay que mencionar y recalcar en lo más profundo del corazón y la mente que el cristianismo o evangelio no es una religión, sino un estilo de vida diferente al del mundo.
Pero no todos pueden ver ese nuevo estilo de vida, pues la mayoría de cristianos dicen frases como estas: “El evangelio es muy extremista y no puedo cambiar de lo que era antes”; “Es muy difícil ser creyente”; “Como soy humano y no puedo dejar de pecar, no me debo esforzar por cambiar”…
La Biblia nos enseña de un hombre que fue un gran conquistador, un guerrero, un príncipe y un líder. ¿Quién? Josué. Al hablar de Josué solo se nos viene a la mente la destrucción de Jericó, el paso del río Jordán, la entrada de Israel a Canaán liderados por Josué, entre otras grandes hazañas. Pero había un gran principio en la vida de Josué que lo llevó a ser recordado como el gran hombre que fue.
¿Cuál era el principio de la vida de Josué?
1. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley…”: primeramente, Josué siempre estaba confesando con su boca la Palabra de Dios. La Biblia no está como prioridad en la vida de los creyentes y no la saben. Es necesario conocer la Palabra de Dios y constantemente recitarla con entendimiento. Satanás no le tiene miedo a la Biblia, no le asusta ver el salmo 91 colgado como un adorno en nuestras casas ni le aterra ver una Biblia abierta para “ahuyentar” demonios.
A El lo que verdaderamente le da pavor y horror indescriptible es cuando un cristiano recita con su boca y cree con todas sus fuerzas la Palabra de Dios. ¿Dice la Biblia que decir la Palabra es poderoso?
Pr. 18:21 // Mt. 8:8 // Ro. 10:9-10
2. “… sino que de día y de noche meditarás en el…”: es triste que el pueblo cristiano del siglo XXI no está al tanto de las órdenes y enseñanzas de Dios. Para muchos leer la Biblia es aburrido, tedioso, les da sueño, no les importa, y si la leen, lo hacen solo por leerla. Dios habló claro con Josué, el tenía que estar inmerso en la Palabra de Dios y no darle cabida a otra cosa. No es tampoco estar leyendo las 24 horas la Biblia, sino de estar constantemente pensando en ella.
Meditar nos habla de pensar profundamente; hay momentos donde nos es imposible leerla, pero en nuestro corazón podemos estar pensando en algún versículo que nos impactó alguna vez, en algún mensaje que hayamos escuchado o en algún pasaje que nos llame la atención. Nunca le demos cabida al diablo ni a ningún pensamiento ajeno a la Palabra de Dios. Sal. 1:1-3; 4:4; 63:6; 119:15, 23, 48, 148
3. “…para que guardes y hagas conforme a todo lo que en el está escrito…”: ¿Cómo podría cumplir las órdenes de Dios si no las conoce? El hacía la voluntad perfecta de Dios porque la conocía. Se había llenado tanto del conocimiento de las Escrituras y como sabía lo que Dios demandaba, el sabía que debía hacer. Los creyentes de ahora viven como les da la gana porque no conocen la Biblia.
Por ejemplo, si compramos un aparato eléctrico y no sabemos como conectarlo, lo más probable es que no lo usemos, lo arruinemos o por último lo botemos a la basura. Si no conocemos la Biblia difícilmente podremos cambiar nuestras mala actitudes y pecados que traíamos del mundo. El secreto para hacer la voluntad perfecta de Dios es conocerla. Jue. 21:25 // Pro. 29:18 // Os. 4:6
4. “…porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”: Al hacer la voluntad de Dios, podemos esperar la recompensa y las bendiciones de parte de El. El honra a los que le honran. ¿Por qué Josué fue un hombre bendecido y siempre victorioso? Porque hacía la voluntad de Dios.
Hoy en día, la “pseudo-iglesia del Señor” solo predica prosperidad, bendiciones materiales, lujos, fama, riquezas, honra y el dios es un dios “santa claus”, el cual solo bendice si nos portamos bien, y a los que hacen cosas mala solo no les dará bendiciones materiales, pero su salvación no la pierden sin importar lo que hagan. Eso predica la iglesia mundana. Pero no se oye que se predique el sacrificio personal, el negarnos a nosotros mismos todos los días, la entrega, la búsqueda constante del Señor. Se tiene un concepto errado de la prosperidad.
Prosperidad no es tener muchas cosas, no es el tener riquezas ni gloria humana, prosperidad se define como “el curso favorable de las cosas”. El verdadero cristiano tiene que tener muy presente que el secreto de la bendición, el éxito, el triunfo y el bienestar (tanto espiritual como materialmente) depende de nuestra obediencia al Señor.
Si obedecemos:
• Podemos tener seguridad de que somos escogidos por Señor. Dt. 28:9 // Mt. 10:22 // Ro. 2:7
• Nuestros caminos serán prósperos. Dt. 28:1-2 // Mt. 6:33 //3a Jn. 1:2-3
• Seremos salvos de la ira venidera. 1a Tes. 1:9-10; 5:9
Si no obedecemos:
• No alcanzaremos salvación. Dt. 28:45 // Nah. 1:3 // Ap. 2:5; 3:16; 22:18-19
• Nuestros caminos no serán prosperados. Dt. 28:15 // Jer. 22:30
• Seremos condenados eternamente. Mt. 23:33 // 1a Tim. 5:12
A la luz de la Palabra, podemos concluir que:
• La vida espiritual es algo totalmente diferente a la vida del mundo.
• Hay que denotar el cambio que el Evangelio produce.
• Confesar la Palabra creyéndola es más efectivo que el tenerla como un amuleto en la pared.
• Meditar la Palabra es pensarla profundamente y no darle cabida a pensamientos contrarios a ella.
• El cambio de la vida del mundo a la vida del Evangelio solo se logra llenándonos de la Palabra.
• La prosperidad y el bienestar solo se logra al obedecer la voluntad de Dios.
• Si obedecemos Dios y sus favores, su amor, su misericordia y su paz estarán con nosotros.
• Si no obedecemos El se apartará de nosotros.
“Sigamos adelante, pues si Josué fue un hombre victorioso, nosotros podemos ser victoriosos si Dios es el Alfa y la Omega de nuestras vidas”.
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