El Hambre Espiritual

¿Qué es hambre? Hambre es Gana y necesidad de comer; apetito o deseo ardiente de algo.
Espiritualmente podemos mencionar que hambre espiritual es la necesidad por llenar o saciarnos con el alimento que nutre nuestro espíritu.

¿Por qué tomamos a Zaqueo? El nombre de Zaqueo es el diminutivo de Zacarías; Zaqueo en hebreo significa “puro”. Este hombre era recaudador de impuestos, era un “vende patria” pues trabajaba para el servicio del imperio romano, pues cobraba impuestos a los judíos, de manera que el salía ganando mucho de los impuestos, ya sea robando de ellos o aumentándolos sin autorización para obtener ganancias.

Materialmente estaba “bendecido”, pero ¿qué es lo que esta historia tiene en particular?
A pesar e como era Zaqueo, el al oír que Jesús iba pasando por su ciudad, no dudó y quiso verlo. Los cristianos de hoy nos conformamos con tan poco, pues nos basta con venir a un culto por semana, orar miserablemente, leer algún versículo de la Biblia de vez en cuando; solo el hecho de ser pertenecientes a la Iglesia nos es suficiente, pero ¿cómo estamos espiritualmente hablando?

Zaqueo quería solo verlo. El nunca pensó en tocarlo, hablarle, caminar con el, ni siquiera se imagino que Jesús estaría con el en su propia casa. Jesús no piensa como nosotros, no se conforma con poco, El es sumamente exigente (Lucas 9:57–62). El no es como nosotros de conformista. El no quiere pasar con nosotros solo a la hora del culto, no solo al momento de orar, no solo al momento de ayunar… el desea una relación con nosotros 365 – 7 – 24.

Los cristianos estamos desnutridos pues no nos alimentamos como es debido. Buscamos algarrobas en cualquier parte y nunca vamos al Maestro que nos quiere dar el alimento espiritual para estar sanos y fuertes. Si no estamos muy bien nutridos que digamos, necesitamos estar en relación con Dios para nutrirnos.

Zaqueo hasta subió a un árbol, pues era tanta su hambre que no podía verlo por su estatura. Es ejemplo para nosotros que a pesar de nuestras limitaciones físicas, económicas, espirituales, materiales, etc., debemos luchar por obtener alimento de parte del Cielo.

Y Zaqueo no quedo con hambre. Jesús lo llamó y comió con el, como en Apocalipsis 3:20. El está dispuesto a alimentarnos y a cambiarnos como a Zaqueo, y para ello necesitamos reconocer que tenemos hambre espiritual, no conformarnos con la actualidad sino anhelar estar fuertes y sanos espiritualmente, pues Jehová no es Jehová, Rey de los Aguados, sino Jehová, Rey de los Ejércitos. El es fuerte y poderoso, y desea lo mismo para sus hijos, pues El anhela hijos e hijas valientes y esforzados, y necesitamos estar fuertes para llevar la vida que El quiere para nosotros.