Con el pasado terremoto de Haití, Dios nos advierte de que El es quien gobierna sobre la Tierra, y ahora lo recalca con un sismo terrible en Chile.
Yo me desperté el día sábado con la noticia de un terremoto de 8.8 grados de magnitud que sacudió una nación de América del Sur.
Por la televisión pude ver puentes, edificios, catedrales, carreteras y vehículos destruidos completamente. Escuché que las comunicaciones se interrumpieron, al igual que el suministro eléctrico. Millones de personas a través de las distintas redes sociales de Internet, como Facebook, hacían llamados a las poblaciones mundiales a que oraran y ayudaran a Chile, además de solicitar información sobre parientes perdidos tras el terremoto. Pude ver niños llorando de terror, personas corriendo y asustados por sus vidas.
Cuando la prensa advirtió sobre la posibilidad de un tsunami en Hawai, mi corazón se estremeció. Yo vivo en El Salvador. Si un tsunami se acercara por el lados de mis costas, solo Dios sabe que sería de mi país ahora (puedo ver que grande es la misericordia de Dios con el "Pulgarcito de América").
Ante esta amenaza, miles de gentes en Hawwai y en los otros lugares donde advirtieron tsunamis, acudieron por montones a comprar víveres, agua, latas de comida, papel higiénico para escapar a las zonas altas y no ser embestidos por el poder de la ola gigante. Al descartar esta posibilidad de tsunami, sentí que la paz volvió a mi vida.
¿Qué quiero decir? ¿Acaso quiero demostrarte una actitud fatalista y que nos tiremos a llorar ante el inminente fin de la humanidad? En realidad, mi deseo es hacer conciencia en los lectores de este blog, a que veamos lo que Cristo nos advirtió en el Monte de los Olivos. El nos dejó señales del fin de los siglos, pero EL dijo.
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.24:8 Y todo esto será principio de dolores. 24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Este terremoto es solo una de las múltiples señales que Cristo nos hizo al hablar sobre el fin de la humanidad. Los distintos canales de cable hablan de cosas como "2012", "El Efecto Nostradamus", "El Armagedón" y otras cosas. Esto me dice que el mundo secular está a la expectativa de un cataclismo mundial.
¿Es esto el fin para los Cristianos? De ninguna manera. Dios no permitirá que Sus Hijos sean arrastrados por los grandes juicios que vendrán. Soy de la postura que antes de que este mundo termine, Jesús vendrá por Su Iglesia y la salvará del mal que vendrá. ¿Crees que estoy loco? Mas locos son aquellos que confían en las palabras de hombres que murieron en su error y aún así les dan más crédito que a la Biblia misma.
Por ello, mi motivación en esta hora es que te acerques a Dios. EL nos está llamando de muchas maneras, y cuando no queremos por las buenas... que otro remedio le queda sino afligirnos un poco. No rechaces la invitación de venir ante Dios. El te ama, y si no fuera así, no hubiera mandado Su Unico Hijo para darte perdón eterno y librarte del juicio que vendrá sobre el mundo ateo y pecador.
Ven a Cristo. ¿Quieres se su Hijo? Pincha AQUI para saber como hacerlo. Espero recibir tus correos y ayudarte en lo que sea. Dios te bendiga.
ESPERAMOS SUS COMENTARIOS. SON MUY IMPORTANTES PARA NOSOTROS.
Yo me desperté el día sábado con la noticia de un terremoto de 8.8 grados de magnitud que sacudió una nación de América del Sur.
Por la televisión pude ver puentes, edificios, catedrales, carreteras y vehículos destruidos completamente. Escuché que las comunicaciones se interrumpieron, al igual que el suministro eléctrico. Millones de personas a través de las distintas redes sociales de Internet, como Facebook, hacían llamados a las poblaciones mundiales a que oraran y ayudaran a Chile, además de solicitar información sobre parientes perdidos tras el terremoto. Pude ver niños llorando de terror, personas corriendo y asustados por sus vidas.
Cuando la prensa advirtió sobre la posibilidad de un tsunami en Hawai, mi corazón se estremeció. Yo vivo en El Salvador. Si un tsunami se acercara por el lados de mis costas, solo Dios sabe que sería de mi país ahora (puedo ver que grande es la misericordia de Dios con el "Pulgarcito de América").
Ante esta amenaza, miles de gentes en Hawwai y en los otros lugares donde advirtieron tsunamis, acudieron por montones a comprar víveres, agua, latas de comida, papel higiénico para escapar a las zonas altas y no ser embestidos por el poder de la ola gigante. Al descartar esta posibilidad de tsunami, sentí que la paz volvió a mi vida.
¿Qué quiero decir? ¿Acaso quiero demostrarte una actitud fatalista y que nos tiremos a llorar ante el inminente fin de la humanidad? En realidad, mi deseo es hacer conciencia en los lectores de este blog, a que veamos lo que Cristo nos advirtió en el Monte de los Olivos. El nos dejó señales del fin de los siglos, pero EL dijo.
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.24:8 Y todo esto será principio de dolores. 24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Este terremoto es solo una de las múltiples señales que Cristo nos hizo al hablar sobre el fin de la humanidad. Los distintos canales de cable hablan de cosas como "2012", "El Efecto Nostradamus", "El Armagedón" y otras cosas. Esto me dice que el mundo secular está a la expectativa de un cataclismo mundial.
¿Es esto el fin para los Cristianos? De ninguna manera. Dios no permitirá que Sus Hijos sean arrastrados por los grandes juicios que vendrán. Soy de la postura que antes de que este mundo termine, Jesús vendrá por Su Iglesia y la salvará del mal que vendrá. ¿Crees que estoy loco? Mas locos son aquellos que confían en las palabras de hombres que murieron en su error y aún así les dan más crédito que a la Biblia misma.
Por ello, mi motivación en esta hora es que te acerques a Dios. EL nos está llamando de muchas maneras, y cuando no queremos por las buenas... que otro remedio le queda sino afligirnos un poco. No rechaces la invitación de venir ante Dios. El te ama, y si no fuera así, no hubiera mandado Su Unico Hijo para darte perdón eterno y librarte del juicio que vendrá sobre el mundo ateo y pecador.
Ven a Cristo. ¿Quieres se su Hijo? Pincha AQUI para saber como hacerlo. Espero recibir tus correos y ayudarte en lo que sea. Dios te bendiga.
ESPERAMOS SUS COMENTARIOS. SON MUY IMPORTANTES PARA NOSOTROS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario