El 2009 está a punto de terminar. Para muchos ha sido un año de bendición; para otros un año para ponerlo en el olvido. Pero sea cual sea la situación, este será un año que no se volverá a repetir.
Para muchos, este año fue uno en el cual han alcanzado exitos en la vida material, logros y metas se han cumplido, mientras que otros han experimentado el amargo sabor del fracaso y la derrota.
Otras personas en este año han perdido a un ser querido, o han dejado su virginidad en manos de alguien más, otros han tenido hijos no deseados, se infectaron de enfermedades venéreas o perdieron en sus negocios o empresas las inversiones de sus vidas, otros no alcanzaron las metas que tenían en este año que culmina.
Muchos matrimonios se separaron este año y otros se aventuraron en una nueva relación de pareja. Muchos hoy dan gracias a Dios por el año que termina y otros reniegan de lo mal que les fue este año.
Pero esta reflexión no tiene como énfasis resaltar lo negativo de este año, sino que juntos meditemos en que los momentos buenos y malos que este 2009 nos dejó, no volverán nunca más.
Hazte la siguiente autoevaluación. Con ella mediremos algunas áreas que en este 2009 debimos de haber cuidado:
¿Cuánto tiempo le dedicaste a Dios en este año que terminó?
¿Leíste o comenzaste a leer la Biblia este año y recibiste bendición de ella?
¿Te esforzaste por vivir en santidad o dejaste que el pecado controlara tu vida?
¿Dedicaste tiempo para la oración y la búsqueda de Dios?
¿Le hablaste a alguien de Cristo?
¿Amaste a tu prójimo como a ti mismo?
¿Te congregaste frecuentemente o nunca te acercaste a una iglesia a alabar a Dios?
¿Serviste a Dios con amor o por obligación, o ni siquiera le serviste en nada?
¿Fuiste orgulloso, altanero y prepotente con los demás?
¿Alcanzaste metas personales en cualquier área de la vida o el fracaso dominó en tu vida?
¿Cumpliste las promesas que hiciste al inicio del año?
¿Fue un año de bendición y paz, o de miseria y desesperanza?
Estas y otras muchas interrogantes nos las podemos hacer hoy, pero mi intención no es hacer sentir mal a nadie, ni ofender ni criticar a ninguna persona. Sino que como lo dice el texto inicial, dejemos atras las cosas que ya pasaron.
Lo que vivimos este año no lo volveremos a vivir. Si tomaste fotografias de algunos buenos momentos, son solo eso, fotografias que se quedan en el recuerdo de aquellos que las observan. Pero hoy es un buen momento de reflexionar, darle un nuevo enfoque a nuestra vida.
Lo que en este año nos hizo llorar y nos trajo dolor y miedo, debemos olvidarlo. Si pecamos en este año, debemos pedir perdón a Dios y perdonarnos a nosotros mismos, pues vivir de recuerdos no hace bien a nadie.
También, las bendiciones recibidas este año ya pasaron, hay muchas más por las cuales luchar en el 2010. En el MMM, este año tiene como lema de trabajo "VOLUNTAD 2010". Este año es propicio para que rindamos nuestra voluntad y que nuestras vidas esten en corcondancia con las Santas Escrituras y así el nuevo año comenzará con bendiciones.
Entierra tu pasado; haz morir el 2009, pues ya se acabó. Entregarle a Dios el 2010 por completo es lo que debemos de hacer; dale a El tu corazón, tu alma, tu espíritu y tu cuerpo para que El reine en nuestros hogares, trabajos, estudios, vecindarios y sobre todo dentro de cada uno de nosotros.
Si Dios no es el centro de tu vida en este 2010, difícilmente lo terminarás lleno de victoria y bendición como muchos lo anhelamos, y si El no regresa este año, al final del 2010 juntos proclamaremos en una sola voz: "GRACIAS SEÑOR POR LAS BENDICIONES QUE ME DISTE ESTE AÑO QUE TERMINA".
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