Estimado amigo o amiga, ¡estás a punto de tomar la mejor decisión de tu vida!
¡No hay tiempo qué perder! ¡Obtén tu salvación ahora!
Para lograrlo sólo tienes que creer que él es tu Señor y Salvador. Confesar con tu boca que él murió por ti. Que estás dispuesto a entregarle tu vida, tus decisiones, tu corazón… y ¡Él te dará el mismo galardón que Él me ha prometido a mí! El señor te ama, y Él es fiel a sus promesas.
¡Creer en Dios no es suficiente!
Recuerda que el apóstol Santiago nos dice:
Algunos quizás digan:
Es sólo por la fe en Jesús que puedes lograr tu salvación. La Biblia nos enseña que las buenas obras son un producto de la salvación. Las obras que haces antes de entregarle tu vida a Cristo no te sirven de nada. Las que tienen valor son las que haces después que Jesús mora en ti. - éstas vienen después, no antes." En Isaías 64:6 la Biblia nos dice:
Otros quizás piensen:
Pero les imploro que concideren lo siguiente ¿Nacimos en la forma que quisimos o a través de nuestra madre? Pues para llegar al Cielo también hay una sola forma:
(Juan 14:6)."
Si cualquiera de las anteriores es tu respuesta, ¡Estás en peligro de perder tu alma!
Mateo 10:28 te dice:
No teman a los que pueden darles muerte, pero no pueden disponer de su destino eterno (refiriéndose a Satanás); teman más bien al que puede darles muerte y también puede destruirlos para siempre en el infierno (¡refiriéndose a Dios Todopoderoso!).
¡PERO TENGO BUENAS NOTICIAS!
El único pecado que Dios no te perdonaría es haber blasfemado en contra del Espíritu Santo, y si tú lo hubieses hecho, puedes estar seguro que ni siquiera hubieras terminado de leer estas líneas que ahora te escribo. De una cosa sí estoy seguro… El Señor te promete lo siguiente:
Si quieres entregar tu vida a Jesús di esta oración en voz alta:
Dios Padre, me he dado cuenta que he pecado contra ti. Ahora creo que Jesús es ciertamente mi única esperanza. Yo creo con todo mi corazón que Jesús murió en mi lugar, que murió en la cruz por mis pecados, y que después de tres días resucitó. De ahora en adelante dejaré de hacer lo malo y caminaré el camino que Jesús me ofrece. Ahora te pido que me des vida eterna y entendimiento. Por favor, escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Dame tu Espíritu Santo para que me ayude a limpiar mi conciencia y a comenzar una vida nueva. Te doy las gracias en el Nombre de Jesús. ¡ Amén!
Y ahora… ¿Qué hago?
Hay iglesias evangélicas y algunas otras protestantes en las que estoy seguro que estarían más que honrados en recibirte. Acércate a cualquiera de ellas y de seguro no te ignorarán.
¿Por qué necesito congregarme?
Porque la Palabra de Dios es como el alimento que comes diariamente. Después de que Cristo viva en ti, querrás saber más acerca de quien ahora es tu rey. Es en la iglesia dónde encontrarás ese alimento. ¡Además, necesitas mostrarle a todo el mundo que has cambiado de nacionalidad, que ahora perteneces al reino de Dios! Dios quiere que le sirva a él y sólo a él. No escondido, sino en público.
No debes avergonzarte del Señor. En Mateo 10:32 el Señor te dice:
(El Lic. Ureña es Pastor, y miembro de la Asociación Científica CRS - Creation Research Society)
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